LA GENTE PASA, LOS CICLOS TERMINAN Y LA VIDA CONTINÚA


La vida nos enseña importantes lecciones desde que tenemos consciencia. A veces somos testarudos y nos cuesta aprender a escuchar, a guardar silencio y prestar más atención para obtener enseñanzas valiosas que están sucediendo a nuestro alrededor. Pero todos tenemos la capacidad de ser tan sabios como queramos, así que la reflexión de hoy es de los momentos buenos, de los momentos malos, aprende.

¿Has visto la película “Comer, rezar, amar”? una enseñanza fundamental en esta cinta es que el aprendizaje teórico es hermoso, pero en la práctica se vive la verdadera magia. A medida que entendemos esto aprendemos a aceptar, soltar y confiar.

La vida moderna está repleta de muchas expectativas. Es realmente agotador cumplir con todo lo que implica ser una persona “exitosa”. Las historias de “éxito” nos la venden en la televisión, en las redes sociales, en la calle y a donde quiera que fijemos nuestra mirada. Ante ese panorama hacemos todo lo posible por no parecer fracasados. Nos llenamos de compromisos y de metas falsas, dormimos menos, buscamos salarios más altos, viajes (porque las campañas de marketing nos dicen que dan felicidad), nos aferramos a tener una pareja porque la soledad es sinónimo de fracaso y montón de cosas. Pero con todo esto nos olvidamos de lo más importante.

Nada de esto importa, la vida va a terminar y nos iremos tan vacíos como llegamos. No hay nada más bonito que volver a lo simple, que ser fiel a uno mismo.

La gente pasa, no te aferres a nadie. Ama con propiedad, pero no te olvides de ti mismo. Respeta tu tiempo, valora tus esfuerzos y haz lo que siempre te gusta hacer. Si una persona te dice que cambies y es para bien, cambia, porque lo que queda de las personas que pasan por nuestra vida son sus enseñanzas.

Los ciclos terminan, no te quedes en donde ya no hay nada para ti, donde ya aprendiste todo lo que debías aprender. Pues así como los ciclos mueren, tú también comenzarás a morir poco a poco si no te mueves.

La vida continúa y tiene un ritmo que es particular en cada quien. Aprende a escuchar, Dios habla de muchas maneras, ilumina tu vida desde distintos focos. Su palabra es lámpara a tus pies y lumbrera en tu camino. Pero para aprender hay que estar atento, no distraído.

¿Qué nos genera distracción? Las redes sociales, los trabajos, los compromisos que no nacen del corazón, el estrés y la ansiedad. Enfócate en lo que realmente vale la pena, en lo elemental, porque al final de cuentas es lo que te construye y obviarlo te destruye.

Todo lo demás, dinero, popularidad, puestos de trabajo, carreras, etc. es solo una añadidura. Si estamos secos por dentro no seremos felices ni podremos corresponder a ningún amor, a ninguna meta. Así que si has estado muy ocupado como para aprender nuevas cosas de ti mismo, detente un momento, todo lo demás puede esperar.

Fuente: https://www.reflexiones.life/2019/12/20/la-gente-pasa-los-ciclos-terminan-y-la-vida-continua/?fbclid=IwAR00zlxMwvN-1H6H4B0TCkwk2ijlNHI50e0VYRyadO_OtOwNLVi53gCAr0U


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