PARA EL NUEVO PRESIDENTE


¿CALIFICA EL HISTORIAL DE LA OMS PARA DISPONER NORMAS Y ESTÁNDARES SOBRE LAS PANDEMIAS? ¡A UN PASO DE PERDER MUESTRA SOBERANÍA EN SALUD PÚBLICA!
Con fecha tope del 1 de diciembre de 2023 para rechazarla, la OMS comenzó en mayo de 2022 la votación de algunas de alrededor de 300 enmiendas propuestas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI) a lo que se suma la elaboración de un nuevo Tratado de Pandemias.
Entre las modificaciones que se sostienen, se encuentra hacer vinculante el RSI con lo cual sus decisiones tendrán el carácter cumplimiento obligatorio sin respetar la soberanía de las naciones en materia de salud pública.
Por ello, ante cualquier evento que tuviese posibilidad de convertirse en una emergencia de salud pública de importancia internacional, el Director General de la OMS, tendrá la facultad de generar recomendaciones, siendo estas las únicas informaciones válidas para los Estados Partes y de cumplimiento obligatorio.
Se legitimaría así de forma efectiva la defectuosa respuesta de la OMS ante el Covid 19 que incluyó el apoyo entusiasta de las cuarentenas con lo que sería probable que se vuelvan a repetir, con sus disparatadas consecuencias económicas y la gravedad de las secuelas sobre la educación de niños y jóvenes entre otras cosas.
La OMS está constituida por una vasta burocracia Internacional con interés en detectar y declarar amenazas de pandemia que les garantice su supervivencia y financiación.
Entre los financiadores encontramos personajes como la Fundación Bill y Melinda Gates que recientemente adquirió, según algunos medios, acciones valoradas en más de 200 millones de dólares en una variedad de compañías farmacéuticas entre las que se encuentran Merck, Pfizer y Johnson & Johnson, lo que muestra una importante participación financiera en las grandes farmacéuticas que genera un serio conflicto de intereses entre dichas financiadoras y la salud pública.
De diciembre en adelante si no se plantean objeciones, lo que decida el Director de la OMS pasaría a ser obligatorio, sin margen de tolerancia política y legal con las estrategias divergentes de los estados miembros interesados en promover y proteger la salud pública de acuerdo a su propia realidad.
Hasta hoy los estados se comprometían a colaborar en la medida de lo posible, con lo cual cada uno podía decidir si colaboraba o no, ahora se eliminaría esta posibilidad y se exigiría la colaboración sometiéndose al poder de la OMS que ordenaría de que manera deberán relacionarse.
De aprobarse la enmienda, la obligación de cumplimiento de lo dispuesto será también sobre hechos posibles.
Por si esto fuera poco, también se elimina del RSI “el respeto por la dignidad de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas”, reemplazándolos por términos muy vagos cuyas aplicaciones se diferencian según los niveles de desarrollo social y económico de quien los interprete.
Nuestros políticos deben rechazar estas enmiendas teniendo en cuenta sobretodo dos factores de fundamental importancia como son:
1- La OMS no es una institución elegida democráticamente en la cual el 80% de su financiación proviene de particulares entre los cuales existen los que tienen conflictos de intereses como los que exhiben las grandes empresas farmacéuticas.
2- El pésimo comportamiento de la OMS sobre las medidas aconsejadas frente al Covid 19, fundamentalmente por los muertos y efectos secundarios provocados por las inyecciones de ARNm, mal llamas ”vacunas” ya que es una terapia génica, el mal uso de los test de PCR, las medidas coercitivas utilizadas, los encierros sin evidencias científicas, el uso de barbijos desaconsejados por muchos, la intubación precoz en contra de lo sostenido por especialistas pulmonares durante décadas que provocaron muchas muertes, despreciando el tratamiento con Ibuprofeno inhalado de resultado excelente y fundamentalmente, el aumento de la mortalidad no asociada a Covid 19 coincidente con el comienzo de la “vacunación”.
A estas abismales fallas en las decisiones tomadas durante el Covid-19 que puntualizara en opiniones anteriores, solo quiero recordarles a los negadores la cantidad de muertos y efectos adversos producidos por las “vacunas” Covid.
Según lo publicado por CienciaySaludNatural.com el 14/3/23 se produjeron 85.316 muertes y 6.845.391 efectos adversos reportados entre EE.UU. y Europa al 3/3/23 luego de la inyección de KO B1T según datos recogidos en la base de datos europea de reacciones adversas y reportes de eventos adversos reportados por VAERS de EE.UU.
Recomiendo ver el enlace de la misma página caratulado “1250 estudios científicos de expertos sobre efectos adversos de las inyecciones KO B1T” donde se comparte una lista que es cada vez mayor de estudios revisados por pares sobre los mismos incluyendo en la publicación otra base de 2700 estudios más.
Los estudios están separados por sistemas o por órganos y es de gran ayuda porque la temática sobre esta información no es fácil de encontrar.
Pese a que científicos y ciudadanos han descubierto cantidades de evidencias que inhabilitan el accionar de la OMS y sus grupos afines, esto no tuvo algún efecto para poner fin a estas medidas socialmente destructivas y a la utilización de las peligrosas inyecciones experimentales que fueron administradas a dos tercios del planeta, demostrándonos además ser igualmente impermeables a la crítica racional.
Y si no veamos lo que dice un artículo publicado en Bruselas por Press Release el 5 de junio de 2023 titulado “Digital Health: Commision and WHO launch landmark digital healt initiative to strengther global healt security”: “La Comisión Europea y la OMS han anunciado hoy el lanzamiento de una asociación histórica en materia de salud digital”.
Y continua: “En junio de 2023, la OMS adoptará el sistema de certificación digital COVID 19 de la Unión Europea (UE) para establecer un sistema mundial que ayude a facilitar la movilidad mundial y a proteger a los ciudadanos de todo el mundo de las amenazas sanitarias en curso y futuras”. (Comunicado de Prensa original de la Comisión Europea).
Además de ponderar el acuerdo logrado entre la OMS y la Unión Europea encontramos en el mismo las enmiendas propuestas al RSI:
-Eliminar el requisito existente del RSI que otorga “pleno respeto por la dignidad de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas”.
-Cambiar las recomendaciones del RSI de no vinculantes a legalmente vinculantes de modo que todos los países miembros deban obedecerlas e implementarlas.
-Crear requisitos para los pasaportes de vacunas digitales que se utilizará para restringir el acceso y los viajes según lo considere oportuno la OMS.
-Exigir la vigilancia de la información en línea y la supresión de información considerada errónea y desinformación.
-Coaccionar medidas extremas de confinamiento incluida la creación de cuarentena de viajeros sospechosos, preferiblemente en instalaciones alejadas del punto de entrada también conocidos como “campos de cuarentena” ya vistos en China y en otros lugares.
-Permitir que el Director General de la OMS declare una emergencia a voluntad.
-Requerir que las naciones usen ciertos medicamentos y prohibir el uso de otros durante la emergencia.
Vemos entonces la gravedad de lo que se está discutiendo en forma cerrada.
Bastaría una simple carta del presidente a la OMS para rechazar las enmiendas adoptadas el 27 de mayo de 2022 existiendo tiempo hasta fines de noviembre de 2023 para hacerlo.
El momento es crítico porque los jueces perderían el poder para defender los derechos de los ciudadanos de los gobiernos capturados por el Foro Económico Mundial.
Es razonable pensar que estas manipulaciones por parte del poder mundial, operando en el límite de encontrarse fuera de la ley a través de una falsa pandemia y, utilizando los poderes de emergencia como instrumentos, afecten seriamente la soberanía nacional y también los principios sagrados de la autonomía corporal y la integridad personal consagrados por las leyes de los Derechos Humanos.
Roberto Casabianca
DNI 6250460


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